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Volver hacer hablar las palabras
Este Congreso de las Lenguas ha demostrado que más allá de las diferencias existentes para enfrentar la triste situación que viven las lenguas originarias, un hecho es verdadero, hay interés y energía fluyendo en mucha gente, es decir, podremos “volver hacer hablar las palabras”.
JAQUELINE CANIGUAN - 29 / 07 / 10
Desde hace tiempo, un grupo de personas organizadas a través de la Red por los Derechos Lingüísticos y Educativos de los Pueblos Indígenas venían preparando la realización de un Congreso de Lenguas Indígenas, un evento en el cual los distintos pueblos originarios de Chile discutieran y pusieran sobre la mesa la situación actual en la que se encuentran, asimismo, según planteaban en la invitación, discutir y proponer ideas y acciones en pro de la defensa de los derechos lingüísticos de los pueblos. Bien lo dice Elisa Loncón, cuando señala que la lengua es un derecho humano fundamental, por lo que había y hay una motivación más que suficiente para generar este tipo de debates.La cita se había establecido para la primera semana de marzo, sin embargo, la naturaleza habló y estipuló otra cosa. Chile y el País Mapuche, todos fuimos alcanzados de una u otra forma por el terremoto, lo que impidió la realización de este Congreso. Sin embargo, la red ya había sido echada al mar, por lo que era necesario continuar con la tarea predeterminada. Así, el congreso se realizó los días Martes 13 y Miercoles 14 de Julio, en las dependencias de la Universidad de Santiago (USACH). Una gran cantidad de asistentes dio cuenta del interés que despierta la situación de las lenguas indígenas, académicos, poetas, escritores, dirigentes sociales, funcionarios públicos, estudiantes, autoridades mapuches de todo el Wallmapu, aymaras, rapanui, visitantes extranjeros, todos reunidos discutiendo acerca de lo que existe actualmente y también de lo que se ve venir para nuestras lenguas.
El primer día, se presentó una panorámica general de los idiomas originarios en Chile y las distintas acciones que se han gestado en pro de su revitalización. La mayoría de las iniciativas comentadas, correspondían a ideas desarrolladas desde el estado Chileno y enmarcadas principalmente en el ámbito de le educación intercultural. A raíz de esto, uno puede observar y suponer que a pesar de las dificultades hay variados intentos cuyo centro es contribuir a que las lenguas originarias sigan vivas. Sin embargo, producto de lo mismo, muchas de estos esfuerzos se nos pierden en excesivas acciones a favor de las manifestaciones culturales, lo que a veces puede llevarnos a perder el punto central de nuestro trabajo que es efectivamente revivir una lengua, y cuando decimos revivir, decimos, revivir en el sentido de volver a usar, de hacer práctico, de hablar, de sentir, cómo diría una anciana mapuche “hacer hablar las palabras en mapuchedungun”.
Y en este “hacer hablar las palabras” se presentó un grupo de estudiantes de la carrera Pedagogía Básica Intercultural (UCT), con un set de juegos didácticos orientados aprender y practicar el idioma mapuche a través de lo lúdico. Así las personas que están aprendiendo la lengua y quieren aumentar su vocabulario se encuentran con el idioma mapuche de manera amena y cercana. En el mismo espacio en que se presentaban los juegos, pudimos ver una serie de documentales donde se usaba el mapudungun “Aniceto, razón de Estado” de Guido Brevis, “Wichan” de Maga Meneses, trabajos audiovisuales donde la preeminencia de la lengua mapuche es evidente y que sin duda, contribuyen a darle presencia y uso.
Para este primer día, resultaba estimulante, ver la gran afluencia de público, y oír las voces aymara, rapanui, mapudugun, que recorrían calles y pasillos de una universidad en la capital de Chile.
El segundo y último día, iniciamos la mañana con las palabras de Elikura Chihuailaf, quien presentó al poeta maya Jorge Cocom Pech. Así nos deleitamos escuchando este idioma en poesía y relato. Cocom Pech, se refirió al actual panorama de los poetas indígenas en América Latina y cómo contribuyen a la vida de sus lenguas. Posteriormente los participantes fuimos organizados en seis mesas de trabajo centradas principalmente en enseñanza de la lengua, políticas lingüísticas, medios de comunicación y educación en sus distintos niveles, todos los grupos centrados en el proceso de revitalización de las respectivas lenguas, y en las propuestas que pudieran generarse de estas mesas de discusión.
Una vez concluidos los trabajos por temas, se realizó un breve recital poético a cargo de poetas mapuches, quienes ya en mapudugun, ya en castellano compartieron sus creaciones con el público asistente al evento.
Al oír recitar a nuestros poetas, vemos en ellos la gran responsabilidad que les compete en este proceso de revitalización, cómo ellos y ellas, a través de sus creaciones pueden contribuir de sobremanera a enriquecer la lenguas, a generar nuevos conceptos, nuevos estilos. Las conclusiones de los grupos de trabajo, muestran la inmensa diversidad existente tanto en el mundo mapuche como en los otros pueblos. Los planteamientos iban desde opiniones de marcado acento purista, hasta expresiones que discutían por el uso de las lenguas indígenas en el mismo congreso. Un debate variado, que nuevamente dejó entrever las variadas aristas existentes y que como sabemos, lejos de producir estancamiento, contribuye a ampliar la reflexión.
Este Congreso nos deja cuestionamientos a nuestras prácticas, a nuestras acciones cotidianas respecto de la vida de las lenguas minorizadas. Preguntas que van y vienen y que contribuyen al proceso de revitalización. Es bueno darse un espacio y reflexionar en medio de las acciones que realizamos, en medio de la pasividad, en medio del ajetreo, sea uno o sea otro momento en donde nos ubiquemos. Este Congreso ha demostrado que más allá de las diferencias existentes para enfrentar la triste situación que viven las lenguas originarias, un hecho es verdadero, hay interés y energía fluyendo en mucha gente, es decir, podremos “volver hacer hablar las palabras”. Sin embargo, como Azkintuwe, queremos reiterar que no debemos olvidarnos que una lengua viva también requiere un territorio, un espacio donde desarrollarse. Quizás cuando hayamos comprendido que el mapuchedungun, pertenece a un pueblo, a una nación y a un territorio, demos un gran paso hacia una verdadera lucha por su existencia.
Desde el interés, debemos caminar hacia la readquisición, de la readquisición hacia la puesta en práctica: desde las calles hasta todos los mundos posibles.
* Su autora es lingüista, miembro del equipo del Periódico Azkintuw
http://www.azkintuwe.org/julio294.htm
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