La Académica de la Usach y lingüista Elisa Loncon, de la Red por los Derechos Educativos
y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas se adentra en el significado profundo del año nuevo para nuestros pueblos y de como la ceremonia de Wuñoy Tripantü paso de lo privado y familiar a lo público.
1. Epew del origen. Una
explicación a la espiritualidad que fundamenta al Wüñol Tripantü.
Sobre el origen de la vida, se cuenta que primero existió el wallonmapu ‘el universo’, en el estaba
el wenumapu ‘la tierra de arriba’ nagmapu
‘la tierra de abajo y minche mapu ‘tierra que más abajo’, el
subterráneo’. En el Wenumapu
habitaban la luna y el sol, además de otras energías positivas y negativas; nagmapu y minche mapu no estaban habitados. La luna y el sol se unieron y
formaron la primera familia, compuesta por Kallfüwenu
fücha, Kallfüwenu kushe, kallfüwenu ülcha, Kallfüwenu weche, los dos
ancianos, y dos jóvenes.
Como en el nagmapu, no había
nada, Ngünechen ‘el creador’ decidió
enviar a uno de sus hijos para poblar la tierra, pero las energías negativas
quisieron ser las elegidas; fue tanto su ímpetu por bajar que se pelearon, y peleando cayeron a la tierra como
mazas incandescentes, que traspasaron el nagmapu
hasta el minchemapu, y allí
quedaron encerradas.
En su intento por salir, las fuerzas negativas irrumpieron en el nagmapu con fuerza, y así se formaron
los volcanes, los cerros y montañas. Dicen que cuando los volcanes truenan, es
porque estas fuerzas siguen peleando por salir. Mientras las energías positivas
aún atrapadas le rogaron a Ngünemapun
que les permitiera su regreso al cielo; Ngünemapun
les permitió la salida, pero en el regreso al wenumapu quedaron colgadas en el aire, formando las estrellas, pu wangülen. Los wangülen no
conforme con esta transformación; lloraron
mucho por su estado, tanto que con sus lágrimas formaron los ríos, el mar, los lagos
y dieron más vida a nagmapu
Pasado el tiempo, bajó a la tierra
Kallfüwenu kushe ‘la gran madre’; cuando vio el nagmapu, le conmovió su soledad, habían ríos, montañas, pero no se
escuchaban las voces de sus hijos, entonces envió a una de sus hijas. La joven
bajó y caminó por la desolada tierra, no había caminos solo rocas, ella
avanzaba descalzas entre las piedras, éstas le hirieron sus pies y sangraron,
pero su sangre mágicamente despertó la fertilidad de la tierra, así nació el
pasto, que luego floreció y más tarde dio semillas. Entonces la tierra, cada
vez era más bella y ella era más feliz.
Luego los creadores enviaron también al hombre, quien una vez en la
tierra sin conocer el nagmapu y sin
saber qué hacer, se durmió profundamente y solo despertó cuando pudo escuchar a
la joven y sentir su risa. Conocidos los jóvenes, juntos formaron una familia y
nacieron sus hijos que fueron poblando nagmapu.
Sus padres desde wenumapu les
dieron las energías para vivir en el nagmapu,
unidas a las otras fuerzas que ya se distribuían entre el minchemapu, nagmapu y wenumapu, y les pidieron no olvidar su origen
sagrado. Así nació el mundo, así nació la vida y se pobló el mundo
mapuche. Este se organiza en un
constante juego de oposición, de energías positivas y negativas que habitan en
el cosmo y que son necesarias, para mantener el equilibrio, la vida y el
bienestar en la comunidad y en la tierra.
El
origen espiritual de los mapuche
El
origen del mundo mapuche es sagrado todo parte del cielo; se dice que la familia
primigenia desde el cielo formó la tierra y todo cuando existe a partir de dos fuerzas
opuestas, positiva y negativa. Por eso el cielo es tan importante y se reconocen
diferentes espacios del cielo.
- Ragiñ Wenumapu (dimensión del medio, es
decir, la que queda entre el pülli ‘suelo’ y el wenu mapu).
- Wenu mapu (dimensión de arriba).
- Kajfü Wenumapu (dimensión de la tierra
celeste o azul).
- Allong Wenumapu (dimensión del vacío
que media entre la tierra celeste o azul y la tierra blanca).
-Lingar Wenumapu (dimensión de la tierra
blanca)
- Angka wenumapu (espacio sobre el cielo)
- Wente Wenu Mapu (dimensión
sobre todas las dimensiones).
Lo que aquí se comenta es la base de la espiritualidad y desde donde se
desprenden las explicaciones sobre el mundo y las cosas, entre ellas hablar del sentido del Wüñoy
tripantü.
2. Sobre el origen de la
celebración del Wüñol Tripantü
El festejo
del Wüñol tripantü es una fiesta con la naturaleza, la familia y la comunidad,
se celebra la renovación de la vida, de la tierra, de los animales; toda la
naturaleza vuele a renacer. Es una
práctica milenaria que siempre ha esto en la memoria mapuche, aunque había sido
sustituida por San Juan el Bautista, por efecto de la evangelización y de la
colonización.
El
reinicio del año parte con el solsticio de invierno, el 21 de junio en el
hemisferio sur. En ese día los rayos caen directamente sobre el Trópico de
Cáncer, por ello es más corto el día y la noche más larga. Las fiestas se
realizan desde el 21 al 25 de junio. A partir de entonces el Sol, inicia su
acercamiento hacia la tierra, día a día la noche se acorta y el día se alarga.
Los
pueblos indígenas de Chile, desde el norte a Puerto Williams, se preparan para
recibir un nuevo ciclo de vida junto a la madre tierra, se trata del Wüñol
Tripantü (mapudungun), Inti raimi (quechua) Machaq mara (aymara)
En la
cultura mapuche se dice que la tierra descansa en el otoño y que es purificada
con las lluvias de entrada del invierno. Después de las lluvias, el sol permite
los primeros brotes, las primeras flores, nacen los animales, viene la
primavera, y la tierra continúa su
ciclo natural al verano, otoño, para reiniciar en el otro invierno.
En esta
celebración confluyen la cosmogonía, cosmovisión y valores de los pueblos, y
que se caracterizado por:
a) La unicidad del mundo y del universo, somos
una parte del universo, lo seres humanos, todo cuanto existe conforman el
universo.
b) El sentido
de pertenecía del ser humano a un colectivo, compuesto por hombres y mujeres en
complementación, de aquí también el
enfoque de complementación del hombre con la mujer, los vivos como los
antepasados que ya no están, son complementarios, forman parte lo que uno no
es, pero que necesita.
c) El sentido de reciprocidad de las
relaciones humanas entre las personas y con la naturaleza, se recibe, por
eso también se debe agradecer y dar;
d) El sentido cíclico del tiempo, el
tiempo al año vuelve a su inicio, la naturaleza vuelve a empezar; la vida es
una constante renovación;
e) La conexión del mundo visible con lo
espiritual. No hay frontera entre lo real y lo imaginario; el acto de la
materia y el alma; una profunda práctica espiritual en el que se basa el
pensamiento indígena.
La
pertenencia del ser humano a una totalidad, conduce a la noción de la armonía
entre el hombre y el mundo, e equilibrio entre las fuerzas naturales y a la
posibilidad de escuchar la madre tierra, un estado de paz y contemplación. Este
modo de vida es tan profundo que nos remite a un mundo en constante movimiento,
vida y conexiones entre todo lo que habita (material o espiritual).
Dicho
lo anterior, es muy importante aclarar el nombre de la festividad, como Wüñol
Tripantü y no we tripantü, este último es el calco semántico del concepto ‘año
nuevo’ de la cultura no mapuche al mapudungun, con una diferencia profunda; el
concepto wüñol tripantu, se traduce como el regreso del año, el regreso de un
ciclo, tiene una connotación cíclica; en cambio we tripantü, lleva implícito el
tiempo lineal, donde un año nuevo deja atrás a un viejo, que se va y no vuelve.
El tiempo indígena es cíclico, y esto se refleja en el nombre. El cambio de
nombre no es una simple casualidad, sino producto de un fenómeno conocido por
aculturación lingüística, la lengua dominante modifica la morfología, sintaxis,
y contenido semántico de la lengua dominada, en este caso cambia el contenido y
el nombre de la celebración.
3.
La recuperación de la memoria del Wüñol Tripantü
La recuperación pública del wuñoy
tripantü viene de 1985, cuando un grupo de jóvenes mapuche integrantes del
Taller de Teatro Mapuche del AD-MAPU, dedicados a la investigación y difusión
de sus cultura; manifestaron su inquietud por saber por qué todos festejaban el
24 de junio; llegaron a la fuente
de la memoria, cuando un kimche ‘sabio’ les explicó las razones de esta
celebración; les dijo, que no era
el festejo de San Juan, sino el Wüñol Tripantü; el anciano contextualizó
la historia en el calendario agrícola mapuche, en la cosmovisión del pueblo
y en la historia; su claridad
permitió conectar todas las historias reunidas por el grupo y de allí, una voz
de marichi wew, volvió a
propagarse por todo el wallmapu anunciando el Wüñol Tripantü, y que hoy se
propaga por el chilemapu, también como Jallalla! porque los
pueblos Aymara, Quechua, Lickan antay también lo celebran. Esta primera
celebración pública se hizo en Temuco el 23 de junio 1985, en este evento
participaron estudiantes, jóvenes mapuche, dirigentes junto a los grandes
sabios como lo fue lamngen Anselmo Rangileo, dirigentes como Santos Millao, y
otros.
Hoy, el paso de la ceremonia de Wuñoy
Tripantü de lo privado y familiar a lo público, ha ayudado a fortalecer la
cultura mapuche en los espacios públicos, ha permitido que se declare el 24 de
Junio como Día nacional de los pueblos indígenas. También que la actividad se
celebre más allá de las comunidades, en las escuelas, los municipios, las
universidades, los jardines, en las organizaciones; y lo más importante ha permitido
visibilizar la cultura como una práctica del presente, del aquí y del ahora, no del pasado, del
museo, ni del folclore, sino de un espacio para fortalecer los
valores comunitarios, el valor a la naturaleza, de la resistencia cultural y
lingüística de los pueblos.
4. El valor del Wüñoy tripantu
El
valor de las raíces, del legado de los antepasados y que nos recuerda nuestro origen
espiritual, nuestra relación con la madre tierra. Si algo tienen las cultura
indígenas, además de su legado de lucha, de sus lenguas, culturas, es la
espiritualidad, un lenguaje de los sagrado, de la tierra, que da sustento a su
historia, presente y futuro.
Por
otro lado, aunque esta raíz es negada por la sociedad no indígena; quienes han
podido apreciarla, han hecho de ella su fuente de inspiración. No sería
antojadizo señalar que las raíces de la poesía chilena, la de Neruda, Mistral, Tellier
y otros recogen la espiritualidad, la palabra y la memoria de los pueblos
indígenas; de allí su fuerza, y su
valor.
Fortalece
el diálogo intercultural entre los pueblos y culturas.
Sin
dudas, celebrar el wuñol tripantu
rompe el paradigma del tiempo de la cultura no mapuche, pero no solo eso, nos
muestra otra concepción del ser humano y que es posible, un ser colectivo, que
pertenece a un todo, que no está solo, sino forma parte de una red que se llama mundo, tierra, cosmo, unido a todo cuanto existe,
físicamente y espiritualmente, de un mundo en continuo movimiento. El mundo
occidental y su pensamiento en crisis ha perdido el equilibrio y relación con
todo lo demás que existe en el mundo”.
Potencia el valor de la diversidad, que amplía la
mirada, le da sentido a la convivencia entre distintos.
Le da
valor a la forma de vida de los pueblos, no por su carácter “exótico” sino por
su valor estético y su mensaje esperanzador armonioso con la naturaleza.
Por
otro lado, la celebración de esta fecha por parte de los pueblos, se está
mostrando que estos no necesitan oportunidades; sino que tienen y demandan
derechos, individuales y colectivos, como son las lenguas, territorios y
estructuras colectivas y comunitarias de organización.
La
renovación de un nuevo ciclo, es una oportunidad más para mejorar, mejorarnos y
equilibrarnos con la madre tierra.
Es
tiempo de renovación, no solo de nuestras vidas, sino de la renovación del
compromiso con la comunidad, la sociedad y la madre tierra
- Se
renueva nuestra convicción por la defensa de los recursos naturales y
energéticos, el agua y la tierra;
- El
reconocimiento de las lenguas indígenas como lenguas nacionales
- El
fortalecimiento de los saberes y valores de los pueblos
- La construcción
de Estados plurinacionales con un
nuevo modelo de sociedad incluyente, basado en el principio de “unidad
en la diversidad”, que reconozca la existencia de múltiples nacionalidades,
culturas, lenguas, religiones, formas de espiritualidad.
- El
ejercicio de los derechos colectivos de las comunidades indígenas, como la
autodeterminación de los pueblos.
- La
libertad para el pueblo y la cultura como la liberación de los presos políticos
- La
búsqueda de una nueva ética social alternativa a la del mercado que no siga
depredando la naturaleza.
- El
wüñol tripantü le da valor a la forma de vida de los pueblos, por su valor
estético y su mensaje esperanzador armonioso con la naturaleza.
Küme
wüñotupe tayin tripantu,
Newentupe
iñ mapu ka ñi pu choyüm
Wüñoweftume
iñ dungun, iñ kïmün
chaeltu
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