20 jun 2012

Wüñol Tripantü, Inti raimi, Machaq mara : El sentido el regreso de un nuevo ciclo para los pueblos indígenas



La Académica de la Usach y lingüista Elisa Loncon, de la Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas se adentra en el significado profundo del año nuevo para nuestros pueblos y de como la ceremonia de Wuñoy Tripantü paso de lo privado y familiar a lo público.













1. Epew del origen. Una explicación a la espiritualidad que fundamenta al Wüñol Tripantü.

Sobre el origen de la vida, se cuenta que primero existió el wallonmapu ‘el universo’, en el estaba el  wenumapu ‘la tierra de arriba’ nagmapu ‘la tierra de abajo y  minche mapu ‘tierra que más abajo’, el subterráneo’. En el Wenumapu habitaban la luna y el sol, además de otras energías positivas y negativas; nagmapu y minche mapu no estaban habitados. La luna y el sol se unieron y formaron la primera familia, compuesta por Kallfüwenu fücha, Kallfüwenu kushe, kallfüwenu ülcha, Kallfüwenu weche, los dos ancianos, y dos jóvenes.
Como en el nagmapu, no había nada, Ngünechen ‘el creador’ decidió enviar a uno de sus hijos para poblar la tierra, pero las energías negativas quisieron ser las elegidas; fue tanto su ímpetu por bajar que se pelearon,  y peleando cayeron a la tierra como mazas incandescentes, que traspasaron el nagmapu hasta el minchemapu, y allí quedaron encerradas.
En su intento por salir, las fuerzas negativas irrumpieron en el nagmapu con fuerza, y así se formaron los volcanes, los cerros y montañas. Dicen que cuando los volcanes truenan, es porque estas fuerzas siguen peleando por salir. Mientras las energías positivas aún atrapadas le rogaron a Ngünemapun que les permitiera su regreso al cielo; Ngünemapun les permitió la salida, pero en el regreso al wenumapu quedaron colgadas en el aire, formando las estrellas, pu wangülen.  Los wangülen no conforme con esta transformación; lloraron mucho por su estado, tanto que con sus lágrimas formaron los ríos, el mar, los lagos y dieron más vida a nagmapu
Pasado el tiempo, bajó a la tierra Kallfüwenu kushe ‘la gran madre’; cuando vio el nagmapu, le conmovió su soledad, habían ríos, montañas, pero no se escuchaban las voces de sus hijos, entonces envió a una de sus hijas. La joven bajó y caminó por la desolada tierra, no había caminos solo rocas, ella avanzaba descalzas entre las piedras, éstas le hirieron sus pies y sangraron, pero su sangre mágicamente despertó la fertilidad de la tierra, así nació el pasto, que luego floreció y más tarde dio semillas. Entonces la tierra, cada vez era más bella y ella era más feliz.
Luego los creadores enviaron también al hombre, quien una vez en la tierra sin conocer el nagmapu y sin saber qué hacer, se durmió profundamente y solo despertó cuando pudo escuchar a la joven y sentir su risa. Conocidos los jóvenes, juntos formaron una familia y nacieron sus hijos que fueron poblando nagmapu.
Sus padres desde wenumapu les dieron las energías para vivir en el nagmapu, unidas a las otras fuerzas que ya se distribuían entre el minchemapu, nagmapu y wenumapu, y les pidieron no olvidar su origen sagrado. Así nació el mundo, así nació la vida y se pobló el mundo mapuche.  Este se organiza en un constante juego de oposición, de energías positivas y negativas que habitan en el cosmo y que son necesarias, para mantener el equilibrio, la vida y el bienestar en la comunidad y en la tierra.

El origen espiritual de los mapuche
El origen del mundo mapuche es sagrado todo parte del cielo; se dice que la familia primigenia desde el cielo formó la tierra y todo cuando existe a partir de dos fuerzas opuestas, positiva y negativa. Por eso el cielo es tan importante y se reconocen diferentes espacios del cielo.
- Ragiñ Wenumapu (dimensión del medio, es decir, la que queda entre el pülli ‘suelo’ y el wenu mapu).
- Wenu mapu (dimensión de arriba).
- Kajfü Wenumapu (dimensión de la tierra celeste o azul).
- Allong Wenumapu (dimensión del vacío que media entre la tierra celeste o azul y la tierra blanca).
-Lingar Wenumapu (dimensión de la tierra blanca)
- Angka wenumapu (espacio sobre el cielo)
- Wente Wenu Mapu (dimensión sobre todas las dimensiones).
Lo que aquí se comenta es la base de la espiritualidad y desde donde se desprenden las explicaciones sobre el mundo y las cosas,  entre ellas hablar del sentido del Wüñoy tripantü.

2. Sobre el origen de la celebración del Wüñol Tripantü
El festejo del Wüñol tripantü es una fiesta con la naturaleza, la familia y la comunidad, se celebra la renovación de la vida, de la tierra, de los animales; toda la naturaleza vuele a renacer.  Es una práctica milenaria que siempre ha esto en la memoria mapuche, aunque había sido sustituida por San Juan el Bautista, por efecto de la evangelización y de la colonización.
El reinicio del año parte con el solsticio de invierno, el 21 de junio en el hemisferio sur. En ese día los rayos caen directamente sobre el Trópico de Cáncer, por ello es más corto el día y la noche más larga. Las fiestas se realizan desde el 21 al 25 de junio. A partir de entonces el Sol, inicia su acercamiento hacia la tierra, día a día la noche se acorta y el día se alarga.
Los pueblos indígenas de Chile, desde el norte a Puerto Williams, se preparan para recibir un nuevo ciclo de vida junto a la madre tierra, se trata del Wüñol Tripantü (mapudungun), Inti raimi (quechua) Machaq mara (aymara)
En la cultura mapuche se dice que la tierra descansa en el otoño y que es purificada con las lluvias de entrada del invierno. Después de las lluvias, el sol permite los primeros brotes, las primeras flores, nacen los animales, viene la primavera, y  la tierra continúa su ciclo natural al verano, otoño, para reiniciar en el otro invierno.
En esta celebración confluyen la cosmogonía, cosmovisión y valores de los pueblos, y que se caracterizado por:
a) La unicidad del mundo y del universo, somos una parte del universo, lo seres humanos, todo cuanto existe conforman el universo.
b) El sentido de pertenecía del ser humano a un colectivo, compuesto por hombres y mujeres en complementación, de aquí también el enfoque de complementación del hombre con la mujer, los vivos como los antepasados que ya no están, son complementarios, forman parte lo que uno no es, pero que necesita.
c) El sentido de reciprocidad de las relaciones humanas entre las personas y con la naturaleza, se recibe, por eso también se debe agradecer y dar;  
d) El sentido cíclico del tiempo, el tiempo al año vuelve a su inicio, la naturaleza vuelve a empezar; la vida es una constante renovación;
e) La conexión del mundo visible con lo espiritual. No hay frontera entre lo real y lo imaginario; el acto de la materia y el alma; una profunda práctica espiritual en el que se basa el pensamiento indígena.
La pertenencia del ser humano a una totalidad, conduce a la noción de la armonía entre el hombre y el mundo, e equilibrio entre las fuerzas naturales y a la posibilidad de escuchar la madre tierra, un estado de paz y contemplación. Este modo de vida es tan profundo que nos remite a un mundo en constante movimiento, vida y conexiones entre todo lo que habita (material o espiritual).
Dicho lo anterior, es muy importante aclarar el nombre de la festividad, como Wüñol Tripantü y no we tripantü, este último es el calco semántico del concepto ‘año nuevo’ de la cultura no mapuche al mapudungun, con una diferencia profunda; el concepto wüñol tripantu, se traduce como el regreso del año, el regreso de un ciclo, tiene una connotación cíclica; en cambio we tripantü, lleva implícito el tiempo lineal, donde un año nuevo deja atrás a un viejo, que se va y no vuelve. El tiempo indígena es cíclico, y esto se refleja en el nombre. El cambio de nombre no es una simple casualidad, sino producto de un fenómeno conocido por aculturación lingüística, la lengua dominante modifica la morfología, sintaxis, y contenido semántico de la lengua dominada, en este caso cambia el contenido y el nombre de la celebración.

3. La recuperación de la memoria del Wüñol Tripantü

La recuperación pública del wuñoy tripantü viene de 1985, cuando un grupo de jóvenes mapuche integrantes del Taller de Teatro Mapuche del AD-MAPU, dedicados a la investigación y difusión de sus cultura; manifestaron su inquietud por saber por qué todos festejaban el 24 de junio;  llegaron a la fuente de la memoria, cuando un kimche ‘sabio’ les explicó las razones de esta celebración; les dijo, que  no era el festejo de San Juan, sino el Wüñol Tripantü; el anciano contextualizó la historia en el calendario agrícola mapuche, en la cosmovisión del pueblo y  en la historia; su claridad permitió conectar todas las historias reunidas por el grupo y de allí, una voz de  marichi wew, volvió a propagarse por todo el wallmapu anunciando el Wüñol Tripantü, y que hoy se propaga por el  chilemapu,  también como Jallalla! porque los pueblos Aymara, Quechua, Lickan antay también lo celebran. Esta primera celebración pública se hizo en Temuco el 23 de junio 1985, en este evento participaron estudiantes, jóvenes mapuche, dirigentes junto a los grandes sabios como lo fue lamngen Anselmo Rangileo, dirigentes como Santos Millao, y otros.

Hoy, el paso de la ceremonia de Wuñoy Tripantü de lo privado y familiar a lo público, ha ayudado a fortalecer la cultura mapuche en los espacios públicos, ha permitido que se declare el 24 de Junio como Día nacional de los pueblos indígenas. También que la actividad se celebre más allá de las comunidades, en las escuelas, los municipios, las universidades, los jardines, en las organizaciones; y lo más importante ha permitido visibilizar la cultura como una práctica del presente, del  aquí y del ahora,  no  del pasado,  del museo,  ni del folclore,  sino de un espacio para fortalecer los valores comunitarios, el valor a la naturaleza, de la resistencia cultural y lingüística de los pueblos.
4. El valor del Wüñoy tripantu
El valor de las raíces, del  legado de los antepasados y que nos recuerda nuestro origen espiritual, nuestra relación con la madre tierra. Si algo tienen las cultura indígenas, además de su legado de lucha, de sus lenguas, culturas, es la espiritualidad, un lenguaje de los sagrado, de la tierra, que da sustento a su historia, presente y futuro.
Por otro lado, aunque esta raíz es negada por la sociedad no indígena; quienes han podido apreciarla, han hecho de ella su fuente de inspiración. No sería antojadizo señalar que las raíces de la poesía chilena, la de Neruda, Mistral, Tellier y otros recogen la espiritualidad, la palabra y la memoria de los pueblos indígenas; de allí su fuerza,  y su valor.
Fortalece el diálogo intercultural entre los pueblos y culturas.
Sin dudas, celebrar el wuñol tripantu rompe el paradigma del tiempo de la cultura no mapuche, pero no solo eso, nos muestra otra concepción del ser humano y que es posible, un ser colectivo, que pertenece a un todo, que no está solo,  sino forma parte de una red que se llama mundo, tierra,  cosmo, unido a todo cuanto existe, físicamente y espiritualmente, de un mundo en continuo movimiento. El mundo occidental y su pensamiento en crisis ha perdido el equilibrio y relación con todo lo demás que existe en el mundo”.
Potencia  el valor de la diversidad, que amplía la mirada, le da sentido a la convivencia entre distintos.
Le da valor a la forma de vida de los pueblos, no por su carácter “exótico” sino por su valor estético y su mensaje esperanzador armonioso con la naturaleza.
Por otro lado, la celebración de esta fecha por parte de los pueblos, se está mostrando que estos no necesitan oportunidades; sino que tienen y demandan derechos, individuales y colectivos, como son las lenguas, territorios y estructuras colectivas y comunitarias de organización.

La renovación de un nuevo ciclo, es una oportunidad más para mejorar, mejorarnos y equilibrarnos con la madre tierra.
Es tiempo de renovación, no solo de nuestras vidas, sino de la renovación del compromiso con la comunidad, la sociedad y la madre tierra
- Se renueva nuestra convicción por la defensa de los recursos naturales y energéticos, el agua y la tierra;
- El reconocimiento de las lenguas indígenas como lenguas nacionales
- El fortalecimiento de los saberes y valores de los pueblos
- La construcción de Estados plurinacionales con un  nuevo modelo de sociedad incluyente, basado en el principio de “unidad en la diversidad”, que reconozca la existencia de múltiples nacionalidades, culturas, lenguas, religiones, formas de espiritualidad.
- El ejercicio de los derechos colectivos de las comunidades indígenas, como la autodeterminación de los pueblos.
- La libertad para el pueblo y la cultura como la liberación de los presos políticos
- La búsqueda de una nueva ética social alternativa a la del mercado que no siga depredando la naturaleza.
- El wüñol tripantü le da valor a la forma de vida de los pueblos, por su valor estético y su mensaje esperanzador armonioso con la naturaleza.

Küme wüñotupe tayin tripantu,
Newentupe iñ mapu ka ñi pu choyüm
Wüñoweftume iñ dungun, iñ kïmün
chaeltu


[1] Presentación realizada en el Museo Histórico Nacional,  Santiago 19 de Junio, 2012.

No hay comentarios.: