Wüñol Tripantü o Wvñol Xipantv : Historia Presente y Futuro para los Pueblo Indígenas
Por: Elisa Loncon
El festejo del Wüñol Tripantü
es una fiesta con la naturaleza, con la familia y la comunidad. Se celebra la
renovación de la vida, de la tierra, de los animales; toda la naturaleza vuele
a renacer. Es una práctica milenaria que siempre ha estado en la memoria
mapuche, aunque había sido sustituida por San Juan el Bautista, por efecto de
la evangelización y de la colonización.
El reinicio del año parte con el solsticio de invierno, el 21 de junio en el hemisferio sur. En ese día los rayos caen directamente sobre el Trópico de Cáncer, por ello es más corto el día y la noche más larga. Las fiestas se realizan desde el 21 al 25 de junio. A partir de entonces el Sol, inicia su acercamiento hacia la tierra, día a día la noche se acorta y el día se alarga.
Los pueblos indígenas
de Chile, desde el norte a Puerto Williams, se preparan para recibir un nuevo
ciclo de vida junto a la madre tierra, se trata del Wüñol Tripantü
(mapudungun), Inti raimi (quechua) Machaq mara (aymara).
En la cultura mapuche
se dice que la tierra descansa en el otoño y que es purificada con las lluvias
de entrada del invierno. Después de las lluvias, el sol permite los primeros
brotes, las primeras flores, nacen los animales, viene la primavera, y la tierra
continúa su ciclo natural al verano, otoño, para reiniciar en el otro invierno.
En esta celebración confluyen la cosmogonía, cosmovisión y valores de los pueblos, y que se caracteriza por:
a)
La
unicidad del mundo y del universo, somos una parte del universo, lo seres
humanos, todo cuanto existe conforman el universo.
b)
El
sentido de pertenecía del ser humano a un colectivo, compuesto por hombres y
mujeres en complementación. La complementación del hombre con la mujer, los
vivos como los antepasados, la naturaleza con los seres que la habitan, lo
terrenal con lo espiritual, todos son parte de lo que uno es, todos se necesitan.
c)
El
sentido de reciprocidad de las relaciones humanas entre las personas y con la
naturaleza, se recibe y se da, por eso también se debe agradecer y dar;
d)
El
sentido cíclico del tiempo. El año vuelve a su inicio, la naturaleza vuelve a
empezar; la vida es una constante renovación.
e)
La
conexión del mundo visible con lo espiritual. No hay frontera entre lo real y
lo imaginario; el acto de la materia y el alma; una profunda práctica
espiritual en el que se basa el pensamiento indígena. La pertenencia del ser
humano a una totalidad, conduce a la noción de la armonía entre el hombre y el
mundo, al equilibrio entre las fuerzas naturales y a la posibilidad de escuchar
la madre tierra, a un estado de paz y contemplación. Este modo de vida es tan
profundo que nos remite a un mundo en constante movimiento, vida y conexiones
entre todo lo que habita (material o espiritual).
Dicho lo anterior, es muy importante aclarar el nombre
de la festividad. Se llama Wüñol Tripantü (Wvñol Xipantv, Wvñoy
Xipantv), con el verbo wüño- ‘regresar, volver’ y no we tripantü, este
último es un calco semántico del concepto ‘año nuevo’ de la cultura no mapuche.
Hay una diferencia profunda entre conceptos, Wüñol Tripantü, ‘regreso del año’,
corresponde al reinicio de un ciclo, we
tripantü, lleva implícito el tiempo lineal, donde un año nuevo deja atrás a uno
viejo, que se va y no vuelve. El tiempo indígena es cíclico, no lineal. El
cambio de nombre no es una simple casualidad, sino producto de un fenómeno
conocido como aculturación lingüística, la lengua dominante modifica la
morfología, sintaxis, y contenidos semánticos de la lengua dominada, en este
caso se cambia el contenido y el nombre de la celebración.
La recuperación
de la memoria del Wüñol Tripantü
La recuperación pública
del wüñol tripantü viene de 1985, cuando un grupo de jóvenes mapuche integrantes
del Taller de Teatro Mapuche del AD-MAPU, dedicados a la investigación y
difusión de su cultura, manifestaron su inquietud por saber por qué todos
festejaban el 24 de junio. Investigaron y llegaron a la fuente de la memoria,
cuando un kimche ‘sabio’ les explicó
las razones de esta celebración; les dijo que no era el festejo de San Juan,
sino el wüñol tripantü. El anciano además contextualizó la historia en el
calendario agrícola mapuche, en la cosmovisión del pueblo y en la historia; su
claridad permitió conectar todas las historias reunidas por el grupo y de allí,
una voz de marichi wew, volvió a
propagarse por todo el wallmapu anunciando el Wüñol Tripantü, y que hoy se
propaga por el chilemapu, también lo
celebran históricamente, los pueblos
Aymara, Quechua, Lickan antay.
La primera celebración pública se hizo en Temuco el 23
de junio 1985, en este evento participaron estudiantes, jóvenes mapuche,
dirigentes junto a los grandes sabios de entonces, como lo fue lamngen Anselmo
Rangileo, dirigentes como José Luís Huilcaman, Santos Millao, y otros. Hoy, el
paso de la ceremonia de Wüñol Tripantü de lo privado y familiar a lo público,
ha ayudado a fortalecer la cultura mapuche en los espacios públicos, ha
permitido que se declare el 24 de Junio como Día nacional de los pueblos
indígenas (1998). También la actividad se celebre más allá de las comunidades,
en las escuelas, los municipios, las universidades, los jardines, en las
organizaciones; y lo más importante ha permitido visibilizar la cultura como
una práctica del presente, no del pasado, del museo, ni del folclore.
El valor del
Wüñoy Tripantü
El evento es muy
importante para los pueblos indígenas y también para dar cuenta de la
diversidad cultural existente en el país. Para promover el valor de las raíces,
del legado de los antepasados. Nos recuerda nuestro origen espiritual, nuestra
relación con la madre tierra. Si algo tienen las cultura indígenas, además de
su legado de lucha, de sus lenguas, culturas, es la espiritualidad, un lenguaje
de lo sagrado, de la tierra, que da sustento a su historia, presente y futuro.
Por otro lado, aunque
esta raíz es negada por la sociedad no indígena; quienes han podido apreciarla,
han hecho de ella su fuente de inspiración. No sería antojadizo señalar que las
raíces de la poesía chilena, la de Neruda, Mistral, Tellier y otros recogen la
espiritualidad, la palabra y la memoria de los pueblos indígenas.
La celebración también
fortalece el diálogo intercultural entre los pueblos y culturas. Sin dudas,
celebrar el Wüñol Tripantü rompe el paradigma del tiempo de la cultura no
mapuche, pero no solo eso, nos muestra otra concepción del ser humano y que es
posible, un ser colectivo, que pertenece a un todo, que no está solo, sino
forma parte de una red que se llama mundo, tierra, cosmo, unido a todo cuanto
existe, físicamente y espiritualmente, de un mundo en continuo movimiento. El
mundo occidental y su pensamiento en crisis han perdido el equilibrio y
relación con la naturaleza y su espiritualidad. Potencia el valor de la
diversidad amplía la mirada, le da sentido a la convivencia entre distintos. Le
da valor a la forma de vida de los pueblos, no por su carácter “exótico” sino
por su valor estético y su mensaje esperanzador armonioso con la naturaleza.
Por otro lado, con la
celebración de esta fecha por parte de los pueblos, se está mostrando que estos
no necesitan oportunidades; sino que tienen y demandan derechos, individuales y
colectivos, como son las lenguas, territorios y estructuras colectivas y
comunitarias de organización.
La renovación
de un nuevo ciclo, es una oportunidad más para mejorar, mejorarnos y
equilibrarnos con la madre tierra.
Es tiempo de
renovación, no solo de nuestras vidas, sino de la renovación del compromiso con
la comunidad, la sociedad y con la madre tierra:
- - Se renueva nuestra convicción por la defensa de los recursos naturales y energéticos, el agua y la tierra;
- - El reconocimiento de las lenguas indígenas como lenguas nacionales y co-oficiales con el español
- - Educación Bilingüe Intercultural para los pueblos indígenas e intercultural para todos los chilenos.
- - La lucha por una Nueva Constitución, que reconozca a los pueblos y sus derechos colectivos. Por un Estado plurinacional con nuevo modelo de sociedad que asuma las múltiples nacionalidades, culturas, lenguas, religiones, formas de espiritualidad.
- - El ejercicio de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, como la autonomía y autodeterminación de los pueblos, al uso del territorio, de los saberes y valores de los pueblos
- - La libertad para los pueblos, como la liberación de los presos políticos por la causa mapuche. En especial libertad para nuestras machi.
- - La búsqueda de una nueva ética social alternativa a la del mercado que no siga depredando la naturaleza.
KÜME KOMPAPE IÑ WÜÑOL TRIPANTÜ.
MARICHI WEW!
Fotografía : "Palin" en Flickr con licencia CC compartida por Shorizo izo
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