
Para este efecto se llamó a todos los indígenas interesados en promover sus derechos lingüísticos y educativos a conformar una red que pudiera elaborar propuestas y canalizar opiniones en los espacios institucionales donde se estaban discutiendo estas iniciativas. Sobre todo en temas como las reforma constitucional, educacional, y la suscripción de acuerdos internacionales como el Convenio 169 de la OIT.
La red es una instancia de coordinación que incluye representantes Rapa Nui, Aymara, Licanantay y Mapuche. Ésta se financia con el aporte de sus miembros y en ella confluyen mujeres y hombres sin discriminar por sus preferencias políticas, culturales o religiosas.