El otro congreso de la lengua
Por Catalina Araya / La Nación Domingo
Al menos 600 escuelas que corresponden al territorio mapuche deberán recibir educación bilingüe de manera formal a partir del próximo año pero, a diferencia de otras naciones latinoamericanas, en Chile los derechos de los pueblos originarios en materias educacionales no dan el salto del texto legal a la práctica. Mientras Valparaíso se prepara para ser sede del Congreso de la Real Academia Española, la USACh abre sus puertas al otro lado de la corona.
Domingo 24 de enero de 2010 | | LND Cultura
Foto: La Nación
Aunque se rememore un origen con ribetes épicos, los libros de historia siempre hablan en pasado y los pueblos que allí se describen son situados también en otro tiempo. Pueblos originarios cuyas culturas son más rememoradas en bailes folclóricos oficiales que en lo que mantiene vigente a un pueblo, su lengua. Si políticamente las demandas territoriales llevan al plano de la exclusión y el “terrorismo”, apelar al derecho a la palabra del origen silenciado por la fuerza, remece aun más estructuras de un Estado que dejó lo indígena en los libros.
Por eso cuando diversas esferas del mundo indígena notaron que en el proyecto de ley general de educación no eran mencionadas ni lenguas indígenas, ni menos los propios pueblos, la pluma se les paró.
Elisa Loncón, académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago (USACh) y organizadora del congreso, comenta que “tuvimos que reaccionar y nos autoconvocamos como sociedad civil”. Se formó así la Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, ya que en ese entonces ni siquiera el programa de educación intercultural bilingüe del Mineduc se pronunció.
A partir de la exigencia en el Parlamento y amparándose en el derecho lingüístico que aparece en la Declaración de los Derechos Humanos, consiguieron que se incluyera la interculturalidad como principio de la educación chilena, pero acotada sólo a los pueblos indígenas y la educación bilingüe parvularia, básica y media; en aquellos establecimientos en que la población indígena sea un “alto porcentaje”, un 20% que no coincide con la proporción de indígenas a nivel nacional, 5%.
LENGUA, IDENTIDAD Y DERECHO
“Avísenme si alguien habla en aymara”, ordenó un profesor a los niños de una escuela de dicha etnia. Luis Ojeda, que también es parte de la red, pertenece a una agrupación nortina aymara y recuerda que a un miembro de su organización le decían eso en la escuela. “La forma de violencia es mucho más fina, pues te están haciendo desaparecer”, comenta Ojeda.
En el gobierno de Ricardo Lagos se hizo el Informe de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, que reconoce una deuda histórica del Estado con los pueblos indígenas, dentro de los cuales también están las vulneraciones a los derechos lingüísticos.
“Uno aprende el mundo en su lengua”, explica la académica de la USACh. Para Loncón, el castellano debería ser enseñado como segunda lengua a los niños indígenas, pues el desarrollo cognitivo depende de que el aprendizaje se realice en la lengua materna.
En Paraguay se habla el guaraní a la par del español, incluso las declaraciones oficiales deben hacerse en la lengua autóctona. La situación que tienen otras naciones con sus pueblos originarios como en Nunavut en Canadá o México, dista mucho de la chilena, pues acá no existe una legislación sobre derecho lingüístico.
Es el amparo legal lo que más reivindican las demandas en el ámbito del lenguaje de los pueblos indígenas. Este año, tanto el Convenio 169 como la LGE se pondrán en práctica y luego de las apreciaciones que se le agregaron a esta última, ambos instrumentos indican en sus artículos el tema. Sin embargo, la legislación educativa no aceptó tener a un representante de los pueblos indígenas en el Consejo Nacional de Educación.
En la red hay representantes de organizaciones de diferentes etnias; aymara, mapuche, rapanui, atacameños e incluso lenguas que ya no se hablan. Sin embargo, para que den a conocer su experiencia en el congreso, se creó una mesa llamada “pueblos a los que se les vulneró la existencia”.
Aunque existe un intento de preservación gestionado por las propias comunidades mediante talleres, la continuidad de la lengua depende de la incorporación de políticas públicas educacionales. Para los organizadores del congreso esto resulta urgente pues, según la Unesco, en tres generaciones más las lenguas indígenas podrían desaparecer. Asimismo, en un estudio de la Conadi, publicado el año pasado, se constata que han disminuido progresivamente los hablantes de mapudungun, quienes actualmente se concentran en la zona del Alto Biobío, Truf-Truf e Icalma. “Por eso nosotros apostamos a la escuela, pues en la medida que ésta sea inclusiva, se mantiene la diversidad cultural, que es parte del patrimonio”, explica Loncón.
ORGANIZADOS EN LENGUA PROPIA
“Queremos que a partir del Congreso se genere una lucha en este ámbito al igual como en otras reivindicaciones de carácter histórico”, señala Ojeda. A la vez los organizadores esperan posibilitar una instancia de coordinación con otros grupos que apuntan a los mismos objetivos. Actualmente funciona la Academia de la Lengua, el Instituto de Cultura Indígena, también grupos de jóvenes articulados trabajando la temática de la lengua. El objetivo con este encuentro, que se desarrollará entre el 3 y 5 de marzo en la Universidad de Santiago, será que los diversos grupos que trabajen con el tema de la lengua establezcan un diagnóstico y luego lineamientos de acción común, para poder apelar así con más fuerza al Estado.
El Consejo Superior de Educación a fines del año pasado no aprobó el programa de enseñanza de las lenguas indígenas, necesario para implementar el bilingüismo a fines del año pasado. Con la determinación se cuestiona además al educador tradicional, una persona indígena hablante que enseña la lengua. El Consejo de Educación cambia esta figura a un “asesor cultural” que, a juicio de Loncón, no es lo mismo, pues ésta es una persona que ayuda al profesor, no el que enseña la lengua.
El congreso se moverá en tres áreas: lo político, en relación a la incorporación del bilingüismo en las políticas educacionales publicas; lo técnico, en cuanto a una reflexión basada en antecedentes y análisis de resultados, y la memoria, en una reflexión en torno a la importancia que tiene la lengua en la identidad de los pueblos. La académica de la USACh indica enfática que “nosotros somos indígenas en la medida de que mantenemos nuestra memoria viva. Necesitamos que se cambie la estructura del Estado para la interculturalidad. Eso exigimos en los gobiernos de la Concertación y lo seguiremos haciendo”.
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1 comentario:
Desde el Noroeste de la Argentina, como miembros pueblos indigenas en la Argentina, saludamos a los organizadores del Congreso de Lenguas Indigenas de Chile y auguramos un exitoso evento.
Tambien por este medio solicitamos direccion donde comunicarse para eventual participacion.
Gracias. Kallakama!
Raul Sajama
prensaindigena@gmail.com
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